El presidente del macrismo provincial en uso de licencia ocuparía nuevamente el lugar que dejó en el marco de la última interna de 2016. Soher el Sukaría conserva el distrito Capital, aunque aún no reveló quien será su delfín.

  Cabe recordar que Javier Pretto dio un paso al costado a pedido de Marcos Peña en el marco del enfrentamiento público que tenía con el exárbitro Héctor Baldassi.

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Hasta las 23.59 de este lunes, la dirigencia del PRO Córdoba tiene tiempo para cerrar de común acuerdo el organigrama de autoridades partidarias, o bien, comenzar a prepararse para una interna que les quitará energía y tiempo en un año clave: el electoral 2021.

Es por eso que durante todo el fin de semana, las negociaciones entre las partes fueron vertiginosas. Soher El Sukaria, la presidenta del PRO Capital y líder de la línea que nuclea a intendentes, famosos y empresarios, ajustó su aspiración de ocupar la silla del villamariense Darío Capitani a cambio de conservar para uno de sus alfiles la titularidad del distrito. La concesión, como ocurre en toda negociación, debería tener una contraprestación.

En este caso, se encontraría en el veto al actual apoderado del PRO, Oscar Agost Carreño, un joven abogado que trabaja para junto a Gabriel Frizza, Javier Pretto, Nicolás Massot y el legislador Capitani, entre otros. La línea monzo-larretista habría bajado de la primera línea al sobrino del exintendente Germán Kammerath para acercar posturas. Fue allí cuando en la mesa de la negociación surgió el nombre de la unidad: Javier Pretto.

El exdiputado nacional presidió el partido amarillo hasta 2016, luego que los popes de la fuerza a nivel nacional le ofrecieron un cargo poco atractivo para un dirigente acostumbrado al armado y anclaje territorial. La Secretaría de Relaciones Parlamentarias que se le dio a Pretto y el paso al costado del comando del espacio, fue el primer triunfo del exárbitro Héctor Baldassi. El entonces diputado era en aquel momento un fenómeno en las urnas, producto de su alto nivel de popularidad. Cansado de los “ninguneos” de los cuadros políticos del partido quiso dar el batacazo interno argumentando que su compañero de bloque representaba a “la vieja política”. Sacó a relucir contratos observados por la justicia por el Eninder, un ente para obras gestionado en su momento por Eduardo Accastello.

La espuma bajó, las “estrellas” electorales comenzaron a apagarse y habría llegado el momento de la revancha. Si Pretto queda efectivamente ratificado hoy como el candidato de la unidad (y con aval porteño, como dicen que tiene) tendrá un papel preponderante en la negociación de las listas legislativas del año que viene, además, del placer individual de ser convocado nuevamente para cohesionar el espacio.

Ahora bien, esa legitimidad que surge de los acuerdistas en torno al regreso de Pretto a la primera línea del PRO tiene algunos puntos flacos. Su regreso viola la Carta Orgánica partidaria porque nunca renunció formalmente a la presidencia que ejerció su segundo, Capitani. Tomó licencia por esta interna con Baldassi y a pedido de Marcos Peña tuvo que dar un paso al costado.

Existen más posibilidades de que la Justicia Electoral exija el cumplimiento de las normas del espacio a que surjan impugnaciones desde adentro. Habrá que ver que hace Baldassi si efectivamente regresa su enemigo público, aunque si hay venia de Patricia Bulrrich, es probable que elija tragarse el sapo. Una protesta poco meditada podría poner en riesgo sus pretensiones futuras. Trascendió que Baldassi se mantendrá quieto, aunque no acompaña el nuevo esquema de autoridades partidarias.

El regreso de Pretto cerró para los internistas, pero también en Buenos Aires porque el expresidente de la Ucedé es bien considerado por su moderación. Justamente, lo que la primera plana del partido exigía. Por caso, hasta el propio Horacio Rodríguez Larreta arbitró entre las partes con el objetivo de desdramatizar el “tributo”. En concreto, más que la imposición de una u otra línea lo que le interesa al presidenciable es tener un partido fuerte para batallar en el 2023.

La lista

Pretto estaría en la cúspide del organigrama, secundado por Agost Carreño. En tanto, El Sukaria era apuntada en la vicepresidencia segunda del PRO provincial. La Capital seguiría en sus manos pero aún no había un nombre claro para sucederla.

El martes, de no mediar inconvenientes, la nueva conducción anunciará el acuerdo con un comunicado.

 

 

Fuente: Diario Alfil