Unión por la Patria logró mejorar su performance en todo el país y, según el conteo provisorio, se adjudicaría 98 bancas en la Cámara Baja, mientras que en el Senado, 10.

  Juntos por el Cambio arriesgaba 55 de las 117 bancas que posee en la Cámara Baja. Según el cálculo tentativo, la mala elección de Bullrich haría que el tamaño de la bancada caiga a 93.

  En tanto, la irrupción de Milei rompe con el mapa bipolar

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Las elecciones generales de este domingo determinaron la composición del Congreso nacional a partir del próximo 10 de diciembre y cómo quedarán repartidas las bancas entre las distintas fuerzas políticas.

Es mucho lo que está en juego ya que se renueva más de la mitad de los cargos de la Cámara de Diputados (130 de 257 escaños) y un tercio del Senado (24 de 72). En este escenario, el Frente de Todos (que compite electoralmente con la nueva marca “Unión por la Patria”) y Juntos por el Cambio son los que más tenían para perder.

Tras el veredicto de las urnas, el primer dato que surge es que Unión por la Patria logra mejorar su performance en todo el país y se asegura ser la primera minoría en ambas cámaras del Congreso.

Según un conteo provisorio, que en las próximas horas será ajustado en función del hilado fino de los resultados en cada provincia, el oficialismo quedaría con 98 bancas en la Cámara Baja.

Es un número que está por debajo de los 118 integrantes actuales, pero por encima de las cerca de 90 bancas con las que hubiera tenido que conformarse de haberse repetido los guarismos de las Paso.

En el Senado, en cambio, Unión por la Patria enfrentaba a priori un panorama menos desafiante, dado que ponía en juego nueve bancas de las 31 que tiene en la actualidad. De esas nueve UP logró 10 bancas, por lo que finalmente tendrá 32 integrantes, a sólo cinco del quórum propio.

El número podría elevarse si los tres senadores de Unidad Federal que desertaron hace poco del interbloque del Frente de Todos y tienen mandato hasta 2025 vuelven al redil.

También podría hipotéticamente absorber senadores de fuerzas aliadas como el Frente de la Concordia Misionero, el Movimiento Popular Neuquino y Juntos Somos Río Negro.

La debacle de Juntos por el Cambio a partir de la derrota de Patricia Bullrich, quien quedó afuera del balotaje, tiene también su reflejo en la cuota de representación que tendrá en el futuro Congreso nacional.

Arriesgaba 55 de las 117 bancas que posee en la Cámara Baja. Según un cálculo tentativo el tamaño de la bancada caería a 93.

Pero eso no es todo, y sería el mejor de los escenarios porque lo que se pone en duda seriamente en estos momentos es si Juntos por el Cambio como alianza sobrevivirá a este cimbronazo profundo.

La coalición formada por el Pro, la UCR y la Coalición Cívica llegó a octubre atada con alambre y muy tironeada entre “halcones” y “palomas”. No son pocos quienes sugieren que ante la derrota, los sectores más duros del Pro podrían migrar hacia una alianza con La Libertad Avanza, lo que alteraría sensiblemente el mapa político actual.

En tanto, la UCR, la Coalición Cívica y los sectores blandos del Pro podrían reorganizarse alrededor de un nuevo polo de centro liberal que los contenga. En la Cámara Alta Juntos por el Cambio ponía en juego nueve bancas de las 33 que tiene en la actualidad.

El mileísmo no pudo conseguir el objetivo de mejorar los sorprendentes números de las Paso, pero al menos logró consolidarse como un jugador de peso y poder de fuego en la dinámica legislativa. Obtendría unas 41 bancas en la Cámara de Diputados y ocho en el Senado, nada mal para una fuerza política primeriza.

Si bien no alcanzará para constituir una fuerza de tercio, la irrupción de La Libertad Avanza en la escena política romperá definitivamente el actual mapa parlamentario bipolar dominado básicamente por las dos grandes coaliciones como son el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, y se configurarán nuevos equilibrios legislativos.

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad, en tanto, mantendrá sus cuatro bancas de diputados nacionales que vencen en el 2025, y suma un nuevo integrante por la provincia de Buenos Aires, donde logró ingresar Cristian “Chipi” Castillo (PTS). En total, la izquierda trotskista tendrá cinco miembros.

El nuevo Senado

La nueva composición del Senado tendrá la siguiente distribución: Unión por la Patria 33 bancas; Juntos por el Cambio 24; La Libertad Avanza 8; Unidad Federal 3; Frente de la Concordia Misionero 2; Juntos Somos Río Negro 1; Por Hacer Santa Cruz 1.

Una de las pérdidas más rutilantes es la de Luis Naidenoff, quien fue senador de la UCR durante 18 años y este domingo perdió la banca por la minoría en Formosa a manos de La Libertad Avanza.

Una de las nuevas incorporaciones será la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, quien ganó la banca por la mayoría, que quedó para Unión por la Patria.